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Además de su importancia en el sector económico a nivel nacional, la producción de tequila en México también ha sido el centro de atención en cuestiones de impacto medio ambiental, especialmente en los procesos para la elaboración de este producto.
En 2017, el Consejo Regulador de Tequila reportó una producción de 271.4 millones de litros de tequila, lo cual representa alrededor de 2.71 a 3.25 millones de metros cúbicos de vinazas tequileras, principal residuo de la fermentación del etanol (Conacyt, 2018).
Las vinazas contienen grandes cantidades de sales, materia orgánica y potasio, por lo que su tratamiento puede llegar a ser costoso para las empresas y que muchas veces pasan a ser desechadas en aguas residuales, sin tomar medidas para su aprovechamiento. Por ello, diferentes investigaciones se han enfocado en buscar alternativas para procesar estos residuos y aprovechar al máximo sus nutrientes en la misma fabricación del tequila.
En el Manual Técnico del Tequilero (2019), en el apartado “Problemática y manejo de la vinaza Tequilera”, el Ingeniero Pedro Farfán propone opciones para el tratamiento sustentable de las vinazas, así como la posibilidad de diseñar sistemas que sean amigables con el medio ambiente. A continuación enlistamos algunas de las más importantes:
1-. Ferti-irrigación: las sustancias presentes en las vinazas también pueden fungir como fertilizante para producción agrícola, especialmente en el suelo (irrigación) y la recuperación de sustancias útiles para este fin. Se pueden utilizar como corrector de suelos salinos y salino-sódicos, incluso pueden sustituir la fertilización mineral. +
Actualmente varias compañías tequileras realizan estudios respecto a la aplicación de las vinazas, sin tratamiento o parcialmente tratadas, a través de sus áreas de investigación y desarrollo o en colaboración de instituciones de educación superior. Sin embargo, aún falta mucha información para determinar el impacto o afectación a los suelos o depósitos subterráneos de agua, relacionados con esta práctica.
2-. Como fuente de energía: De los sólidos presentes en la vinaza, una parte muy importante corresponde a sustancias con carbono orgánico. Esto significa que podría considerarse un buen combustible para generación energética, pero se requiere retirar una cantidad significativa de agua. La capacidad calorífica que se ha determinado para la vinaza al 60% de sólidos es de 1621-1871 cal/g, por lo que se necesita energía calorífica para la concentración de la vinaza y esto implica el desarrollo de tecnologías limpias y factibles, económicamente, para evaporación.
En SUE, contamos con asesoría en el manejo integral de residuos orgánicos derivados del agave, así como el confinamiento de éstos para la producción de composta, procedimientos aprobados por la SEMADET. Pregunta por nuestros servicios y ayudaremos a que tu empresa produzca por un México más sustentable.
Bibliografía:
1-. “Boletín mensual-No 4, noviembre 2018, en Clúster Biocombustibles Gaseosos, CONACYT, en: https://clusterbiogas.ipicyt.edu.mx/boletin
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